No es la primera vez para nosotros que un mes como enero, donde se deberían comenzar a implementar las estrategias planificadas para el año, estuvo lleno de acontecimientos que nos obligaron a revisar el rumbo e implementar planes de contingencia. Vivimos en una eterna contingencia.
Por ello, para que una proyección sobre el futuro pueda resistir, es necesario que esté muy bien cimentada en el origen y mire el presente como una ocasión de verificación constante. En una persona se traduce en la claridad del propósito o el sentido de su vida; en una organización tiene que ver con su razón de ser; y para ambas se trata de mirar la realidad como aliada, como fuente de verificación constante entre el hacer y el ser.
“La verdadera generosidad hacia el futuro consiste en darlo todo al presente”. Esta afirmación de Albert Camus no nos exime de seguir planificando, pero nos invita a vivir con una intensidad difícil de explicar.
En Trabajo y Persona tuvimos la oportunidad de conectarnos al inicio del año con todos nuestros colaboradores a nivel nacional en una audioconferencia (porque el acceso a Internet al mismo tiempo en las seis regiones donde estamos presentes es casi imposible). Los testimonios de todos los integrantes del equipo fueron reveladores porque mostraron el valor del pasado, una claridad llena de optimismo sobre este año 2020 y reafirmaron el valor que aporta nuestra organización en el contexto que vivimos.
No solo vale la pena comenzar sino continuar nuestra tarea de promover el valor del trabajo en Venezuela cuando escuchas un equipo tan identificado y comprometido con nuestra razón de ser.
Podemos estar navegando dentro de una “tormenta perfecta”, pero al ver una tripulación dándolo todo en el presente y teniendo claro el puerto de destino, la compleja tarea de capitanear la nave se vuelve la aventura más fascinante de la vida.
Alejandro Marius 