EDITORIAL BUENAS NOTICIAS FEBRERO 2019

Cuando comenzamos Trabajo y Persona hace 10 años, se constataba en el país no solo un desapego al valor del trabajo, sino un deterioro progresivo de las condiciones de vida que se intentaban solucionar con medidas asistencialistas. Es cierto que existen momentos donde es necesario dar el pez, pero si nunca se invierte en enseñar a pescar es imposible un desarrollo humano integral y mucho menos construir una sociedad próspera.

Para lograr prosperidad es indispensable implicar “… educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida.” (Papa Francisco, EG 192).

Al igual que sería reducir la libertad al libre albedrío, no podemos reducir el trabajo a hacer únicamente lo que nos gusta hacer. Siempre va a existir algo del trabajo que nos desagrada, y por ello no deja de ser liberador. La experiencia de libertad en el trabajo es la expresión total de lo que somos adhiriéndonos a una propuesta que nos fascine, que nos mueva a construir.

Cada uno de nosotros tiene esa gran posibilidad de co-crear, de intervenir en la creación y construir un mundo mejor. La creación es una evolución donde el hombre interviene, a través de su trabajo, para generar bienes y servicios para tener un mundo mejor. El trabajo es creativo cuando contribuyo para que algo suceda, cuando me oriento hacia una positividad, al deseo de ser útil.

Trabajo y Persona, desde su inicio, también ha sido una realidad participativa y colaborativa. Porque para incidir en la realidad el hombre está llamado a expresar el trabajo según la lógica más apropiada que exige el contexto: la relacional. Esta es la necesidad de observar siempre en el fin último del trabajo el rostro del otro y la colaboración responsable con otras personas. Con la participación se logra la colaboración.

Finalmente, si el trabajo es solidario, resultan formas nuevas de ofrecer oportunidades para que la persona pueda recuperar su dignidad. La forma de favorecer el trabajo en los más vulnerables puede variar: desde auto-emplearse, emprender o aprovechar los pocos empleos que aún quedan en el país. Es fundamental que en momentos como este nadie se sienta solo; que sepa que puede contar con la solidaridad de alguien que le tiende una mano.

Los resultados que Trabajo y Persona ha logrado en estos primeros 10 años son posibles porque ha contado con un equipo humano y aliados, que se han comprometido en poner como una prioridad el trabajo libre, creativo, participativo y solidario. De esta forma se han educado personas que son protagonistas de su vida e inciden en el metro cuadrado de realidad que les toca; de esa manera el bien común deja de ser un concepto abstracto y comienza a ser una experiencia concreta en personas que expresan y acrecientan la dignidad de su vida.

Alejandro Marius

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